Tucumán lidera el turismo de reuniones en la región y se destaca a nivel país

Hay un Tucumán que se recorre con los ojos del turista tradicional: cerros, historia, sabores. Y hay otro Tucumán que late en los pasillos iluminados de auditorios, en las salas de conferencias, en las pantallas que proyectan ideas y en las mesas donde el conocimiento se comparte como un buen vino. Es el Tucumán del turismo de reuniones, un actor silencioso y potente que hoy se consolida como uno de los pilares del movimiento turístico nacional.

En un país donde uno de cada cuatro turistas internacionales llega por motivos vinculados a reuniones, congresos o ferias, este segmento se ha transformado en mucho más que una tendencia: es una estrategia de desarrollo territorial, una forma de descentralizar el turismo tradicional, y una apuesta clara por el conocimiento, la innovación y la conectividad.

Así lo reveló el Anuario Estadístico de Turismo de Reuniones 2024, elaborado por el Observatorio Económico de Turismo de Reuniones (OETR) y presentado recientemente en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, durante el Meet Up Argentina, el evento más importante del país para el segmento MICE (Meetings, Incentives, Conventions & Exhibitions).

Con 3.641 eventos registrados en toda la Argentina y un impacto económico superior a los 3,45 billones de pesos, el turismo de reuniones se impone como una industria sin humo, donde el motor no son las playas ni las montañas, sino las ideas, el intercambio y la oportunidad de pensar en red.

Tucumán se alza en el podio: liderazgo en el Norte y protagonismo nacional

En ese mapa vibrante de cifras y destinos, Tucumán se ha ganado un lugar destacado: con 163 reuniones registradas durante el año, se posicionó como la cuarta provincia del país en cantidad de eventos, sólo detrás de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Y no sólo eso: San Miguel de Tucumán se consagró como la quinta ciudad del país en actividad congresual, superando a destinos tradicionalmente más promocionados en el sur y el litoral.

Estos números no son casuales. Son el resultado de una estrategia sostenida, casi artesanal, del Ente Tucumán Turismo, que desde hace años apuesta por la profesionalización del destino, el fortalecimiento de la infraestructura y la captación activa de eventos de nivel nacional e internacional.

Tucumán apuesta fuerte en el turismo de reuniones: quiere ser sede de FASGO 2027

Ferias especializadas, congresos médicos, jornadas científicas, encuentros académicos y foros empresariales han convertido a Tucumán en un polo de intercambio intelectual y profesional. Esta dinámica impacta directamente en sectores clave: hoteles que se llenan fuera de temporada, restaurantes que extienden sus horarios, agencias que rediseñan recorridos culturales para visitantes con agendas apretadas.

Pero hay más. El turismo de reuniones también derrama conocimiento y genera vínculos que trascienden lo económico. Cada evento es una posibilidad de que un profesional regrese como turista. Cada congreso es una excusa para que alguien descubra una ciudad donde, entre una conferencia y otra, puede visitar la Casa de Tucumán o perderse en los sabores de una empanada perfecta.

Un futuro que se diseña en red

El turismo de reuniones es, sobre todo, una inversión a largo plazo. A diferencia del turismo estacional, que depende del clima o del calendario escolar, este segmento permite un flujo constante de visitantes durante todo el año, distribuyendo la actividad económica de forma más equilibrada y sostenible.

Además, impulsa la modernización de la infraestructura urbana: centros de convenciones, conectividad aérea, servicios digitales, transporte local. Todo se adapta para estar a la altura de las exigencias de un visitante que viene por trabajo, pero que también quiere sentirse bien recibido, orientado, inspirado.

En este contexto, el compromiso del Ente Tucumán Turismo es claro: seguir consolidando a la provincia como un destino federal y competitivo, donde el saber, la cultura y la hospitalidad confluyen para crear experiencias memorables. La proyección a futuro es alentadora, y Tucumán ya no se conforma con ser el destino de un viaje escolar o un paseo de fin de semana. Quiere ser la sede donde se piensan los cambios, donde se decide el rumbo, donde el país se encuentra para avanzar.

La provincia que fue cuna de la Independencia se reinventa como tierra de encuentros contemporáneos. No se trata de una paradoja, sino de una continuidad natural: ayer se firmaban actas; hoy se firman convenios. Ayer se debatía el nacimiento de una patria; hoy, el futuro de la ciencia, la salud, el ambiente o la tecnología.

Tucumán está listo. No solo para contar su historia, sino para seguir escribiéndola en cada reunión.