El 40° Congreso Federal de Guías de Turismo convirtió a Tucumán en el corazón del saber viajero

Durante una semana, Tucumán no fue solo destino: fue anfitriona, fue aula, fue altar. Entre calles cargadas de historia, montañas que susurran leyendas y plazas donde todavía resuenan himnos patrios, se celebró el 40º Congreso Federal de Guías de Turismo de la República Argentina, el encuentro más antiguo y persistente del sector en América Latina.

Más de 280 voces del turismo —profesionales, estudiantes, referentes de 17 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires— tejieron, entre debates, abrazos y reflexiones, un mapa afectivo y federal que tuvo su centro en el Teatro Rosita Ávila, pero que se extendió hasta los valles, comunas y municipios de la provincia, como si la propia geografía tucumana se ofreciera como aula abierta.

Una bienvenida con raíz y compromiso

La jornada previa al inicio oficial no fue menor: tuvo el tono íntimo de los reencuentros y el gesto político de una vieja deuda aún pendiente. Fue el Dr. Raúl Albarracín, actual Secretario de Gobierno y Relaciones Institucionales y autor de la ley que creó el Registro Provincial de Guías, quien dio la bienvenida a los primeros asistentes.

Y fue también entonces cuando los guías locales, con voz firme pero respetuosa, reiteraron la necesidad urgente de cumplir con esa ley que los reconoce y los respalda.

La apertura oficial tuvo lugar en un escenario simbólico: el Patio de Homenajes de la Casa Histórica de la Independencia. Allí, como un acto fundacional renovado, un representante de cada provincia estampó su firma en el libro de visitas.

Luego, en la plaza Línea del Tiempo, la cultura tucumana salió al encuentro de los visitantes con música folklórica, en una recepción organizada por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán que combinó calor humano con arte identitario.

Turismo y pensamiento: debates de futuro en tierra con historia

Durante cuatro días, Tucumán fue caja de resonancia de los grandes temas que hoy atraviesan al turismo: patrimonio cultural, sustentabilidad, turismo religioso, accesibilidad, recreación y tecnología aplicada. El congreso fue una constelación de ideas y voces, con ponencias a cargo de especialistas nacionales e internacionales que invitaron a pensar el futuro sin perder de vista las raíces.

Uno de los hitos fue la presentación del proyecto de ley nacional de guías de turismo, ya con estado parlamentario. El anuncio, realizado por el Foro Nacional de Guías, marcó un punto de inflexión en la lucha por jerarquizar y regular la profesión en todo el país. En un clima de emoción contenida, se sintió que el trabajo de años —muchas veces silencioso— estaba finalmente encontrando eco en los estamentos legislativos.

Tafí del Valle: un cierre con altura y horizonte

El cierre del Congreso no pudo tener mejor marco: Tafí del Valle, donde el paisaje parece hablar de espiritualidad y futuro al mismo tiempo. Allí se celebró el plenario final, que expresó un respaldo contundente a la creación de la Federación Argentina de Asociaciones de Guías de Turismo, un paso clave hacia la articulación nacional del sector. También se votó, con definición ajustada, la sede del próximo congreso: San Juan, que superó por escaso margen a la propuesta de Jujuy.

En ese mismo encuentro, los guías también alzaron la voz con firmeza: rechazaron de forma unánime la desregulación de los parques nacionales, y respaldaron el amparo judicial impulsado por la Asociación de Guías de Santa Cruz. Porque si algo quedó claro a lo largo de esta edición, es que la defensa del patrimonio natural y cultural no es un discurso vacío, sino una bandera que el sector está dispuesto a sostener con convicción.

Entre canciones, homenajes y silencios compartidos

El congreso no fue solo debate. Fue también espacio para el homenaje, la emoción y la espiritualidad. Uno de los momentos más conmovedores se vivió al pie del Cristo Bendicente de San Javier, donde Coqui Sosa, sobrino de la querida Mercedes, compartió zambas y memorias con los asistentes. Fue un acto de raíz, de canto y de identidad, que conmovió incluso a los menos sentimentales.

En el Teatro Rosita Ávila, se vivió otro momento simbólico con la entronización de la Virgen del Valle, Patrona Nacional del Turismo. En una ceremonia sencilla pero cargada de fe, la imagen fue recibida entre aplausos, plegarias y silencio respetuoso.

Y la despedida llegó con la cena de gala por el Día del Guía, una celebración que combinó alegría con memoria. Allí, se rindió homenaje a los colegas fallecidos, en un brindis que supo ser celebración de vida y gratitud por el camino recorrido.

Turismo con alma: el legado de una provincia anfitriona

El 40° Congreso Federal de Guías dejó en Tucumán más que acreditaciones y ponencias. Dejó una huella. Una reafirmación del turismo como acto de conocimiento, de encuentro y de compromiso. Dejó también una certeza: que en un mundo fragmentado, los guías son puentes.

Tucumán, la tierra donde se firmó la independencia, volvió a ser cuna de un nuevo pacto. Esta vez no entre provincias para forjar una nación, sino entre profesionales que creen en un turismo con alma, con valores, con horizonte.

Y así, como en cada gran viaje, la despedida no fue un final, sino un nuevo comienzo.