El Cadillal: un espejo de agua que se puede disfrutar de mil maneras

A solo 26 kilómetros al norte de San Miguel de Tucumán, escondido entre cerros verdes y nubes que parecen flotar a propósito sobre el agua, se encuentra uno de los destinos más irresistibles y versátiles de la provincia: El Cadillal.

Y no, no es exageración: este paraíso de aventuras a orillas del dique Celestino Gelsi tiene todo lo que necesita un turista activo (y también uno contemplativo, si quiere descansar entre actividad y actividad).

Porque si algo define a El Cadillal es su combinación mágica de naturaleza imponente, infraestructura turística y adrenalina al por mayor. Aquí no hay espacio para el aburrimiento: hay agua, hay cerros, hay viento en la cara y ganas de moverse. Mucho.

Cómo llegar y qué esperar

Para quienes llegan desde San Miguel de Tucumán, el camino es simple y directo: Ruta Nacional 9 hacia el norte, con un desvío señalizado que lleva directo al dique.

En auto se llega en apenas 30 a 40 minutos, y también hay servicios de colectivos y excursiones que salen regularmente desde la capital. Una vez que se cruza la última curva del camino serpenteante, el paisaje se abre y aparece: el lago azul intenso del dique, rodeado por una corona verde de selva y monte.

Bienvenidos a El Cadillal, territorio de aventura.

¡Turismo activo en todas sus formas!
Aquí va lo prometido: una lista de lo que podés hacer si venís con ganas de moverte (¡y de divertirte!):

🌊 Deportes acuáticos para todos los gustos

El lago del dique Gelsi es el escenario ideal para deportes náuticos, y El Cadillal se ha consolidado como la capital tucumana del agua. Hay opciones para quienes van por primera vez, y también para los más entrenados:

• Kayak y paddle surf: ideales para remar a tu ritmo, explorar la costa o simplemente flotar con estilo.
• Windsurf: para quienes buscan combinar equilibrio, viento y velocidad. En días de brisa fuerte, el lago se llena de velas de colores.
• Motos de agua y jet ski: para los fanáticos de la adrenalina. Si te gusta la velocidad, este es tu plan.
• Vela: sí, también se puede navegar como en el Caribe, pero con el marco verde de los cerros tucumanos.
• Banana boat y paseos en lanchas: ideales para compartir en grupo y gritar como chicos mientras salpican todos.
• Y si te va lo subacuático, el buceo deportivo también tiene su lugar aquí, con instructores habilitados y experiencias de inmersión para los más curiosos.

🥾 Senderismo, mountain bike y trekking

Alrededor del lago hay senderos para caminar o pedalear, con vistas panorámicas increíbles. Desde recorridos simples para ir en familia hasta circuitos más exigentes que suben cerros y atraviesan arroyos, la naturaleza se vuelve el gimnasio perfecto.

• Los senderos al cerro Medici y al mirador del Cristo Redentor son algunos de los más recomendados, y se pueden hacer con guía o por cuenta propia.
• Los amantes del MTB tienen recorridos señalizados y desafiantes. ¿Una recomendación? Bici hasta el río Loro y picnic en la orilla. Perfecto.

🧗 Tirolesa, canopy y escalada

En las laderas que rodean el lago también hay espacio para quienes buscan experiencias verticales. Algunos prestadores ofrecen circuitos de canopy y escalada, para ver El Cadillal desde arriba, con el corazón acelerado y una sonrisa de oreja a oreja.

Naturaleza y relax para equilibrar

Pero no todo es sudor y emoción. También se puede descansar en la playa del lago, con sombrilla, mate y libro en mano. Hay paradores con gastronomía local, alquiler de sombrillas, juegos para chicos, y espacios amplios para disfrutar en familia.

Además, si sos de los que disfruta la cultura tanto como el deporte, no te podés perder el Museo Arqueológico El Cadillal (MAC), con piezas que muestran la historia ancestral del lugar, y el anfiteatro con vista al lago, donde se celebran eventos y festivales todo el año.

Y para los que van en plan romántico, los atardeceres son épicos. El cielo se tiñe de rojo y naranja, el agua refleja todo, y el día se despide en silencio. Un final de postal.

¿Por qué elegir El Cadillal?

Porque es cercano, completo, natural y lleno de posibilidades. Porque en un mismo lugar podés remar, correr, comer, sacar fotos increíbles y volver renovado. Porque es uno de los grandes orgullos turísticos de Tucumán y una muestra clara de cómo la provincia puede ofrecer turismo activo al más alto nivel.

Así que ya sabés: mochila, zapatillas, traje de baño y cámara de fotos. El Cadillal te espera. Y cuando estés deslizándote sobre el agua o bajando en bici por un sendero entre árboles, vas a entender por qué este lugar se vuelve inolvidable.